A todos los Abuelos, en Especial al mío que hoy habría sido su Cumpleaños.

Yayo PedroNo quiero que pase el día de hoy sin invertir unos minutos recordando a mi abuelo, aunque en realidad, me acuerdo todos los días de él.

Hoy mi abuelo habría cumplido años, creo que 100!

Para mis hermanas y para mi los abuelos fueron muy importantes.  Mi familia materna es original de Alcorisa, en la provincia de Teruel, gente tan sencilla como adorable.  Mi madre, siempre fue una mujer adelantada a sus tiempos, así que cuando le dijo a su padre que quería ir a la Universidad, él atendió sus deseos y cuando el mundo comenzaba a gritar por los derechos de la mujer, mi madre ya los tenía más que ganados.  Es por esto que nosotras tuvimos la gran oportunidad de poder disfrutar y aprender muchísimo de la sabiduría que atesoran los mayores.

Yo me crié agarrada a la pernera del pantalón de mi abuelo pidiéndole que me contase historias de vida.  Me fascinaba escucharle… Tal y como les sucedió a las personas de su generación, le tocó vivir tiempos de guerra y posguerra… incluso dos años en un campo de concentración en Francia.  Mi abuelo era muy sabio y, aunque de vez en cuando lamentaba mucho las tonterías políticas que separan a los españoles, jamás perdió ni la sonrisa, ni el rumbo.  Él siempre decía que daba igual un lado que otro, que en realidad todos eran (son) unos chupatintas que miran más por el bien personal, que por el bien común.  Me contaba como en tiempos de la República, iban los políticos prometiendo que ellos finalmente llevarían la vía férrea por toda la provincia de Teruel… construyeron bellísimas «estaciones», que al final nunca llegaron a ver las paralelas vías de hierro, ni las traviesas y mucho menos el tren.  Hoy esas mismas «estaciones» se han ido convirtiendo en Casas Rurales que acabaron comprando los catalanes, que siempre tuvieron más oportunidades de ganarse la vida en su tierra y por ende más dinero que la gente de Teruel.  Todavía a estas alturas de la película, Teruel sigue con una infraestructura de transporte público muy precaria… incluso tienen que gritar que ellos también existen (diga lo que diga la Constitución…)

Mi abuelo siempre entonaba el mismo mantra: «que nunca tengáis que vivir una guerra…» aunque en realidad, en el XXI «las guerras» se hacen de otra forma.  En la Era del consumismo todos parecieron olvidarse de los abuelos.  Los pobre entraban en las residencias como perros en las perreras y, allí eran olvidados… oigo que hoy en día la gente está sacando a los abuelos de las mismas… imagino que es porque necesitan de su pensión o ya no tienen dinero para pagarles el destierro.  Además, hoy en día, la mayor parte de los abuelos ya no se jubila pues tienen que cuidar a los nietos mientras las madres salen a trabajar.

Ojalá los tiempos en los que nos ha tocado vivir logren que las personas se den cuenta del tesoro que es tener a los abuelitos en casa.  Para mi desde luego que lo fue y jamás los olvidaré, especialmente a mi yayo Pedro y a mi yaya Consuelo (en las fotos).

Yaya Consuelo